También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

jueves, 29 de noviembre de 2012

You are the habit I can't seem to kick.



De: Goma Rosa
Para: Superman

Superman, por favor, tienes que darte cuenta que pasaron tres años.

Tres pinches años.

Los mejores de mi vida, tal vez, si sólo cuento los fragmentos en los que nos brillaba el sol. Ni la suma de todos los buenos días hasta antes de conocerte se acercan a esos tres años divididos en minutos.

Estás consciente al igual que yo y eso es lo que nos pasa.

No supe que te asaltaron, tienes razón... ahora que lo sé, me duele no haber estado, me preocupo fuera de tiempo y toda la inmensidad de mamadas que sabes que siento.

Me conoces.

Tu tampoco estuviste en mi vida por el mismo periodo de tiempo, no tienes idea de la combinación de situaciones bizarras a las que me tuve que enfrentar.

Lalalalala, pero fue porque yo quise.

Sé que internamente me lo estás reclamando... y entonces ahí te das cuenta que nos parecemos... ¿o todavía no?

Olvidamos cosas diferentes, Superman, esa es la situación. Tus prioridades y las mías nunca han sido las mismas, a pesar de que somos prioridad una de la otra. Somos un engrane que corre, pero rechina.

Y así no quiero.

El temblor nada. Impulso, costumbre, ponle el nombre con el que te sientas más cómoda y bautízalo. Y si quieres tirarte de un puente hoy y pensar que creo que te moriste con la idea de que mi vida es mejor sin ti, hazlo. Si te mueres hoy, sabría que eso no es cierto. Porque nunca soy tan feliz como cuando estoy contigo y eso es algo que no puedes olvidar. Por eso estás aquí.

¿Sabes cuál es el detonante de ésta situación que tanto te estorba? El que no le puedas echar la culpa a eso mismo. El que no puedas decir " ésta imbécil me  dejó porque ni me ama ni me necesita, que chingue a su madre". Que estando consciente o no, tienes bien claro que ésta imbécil te dejo a pesar de que te ama y te necesita... y que así tienes que joderle las ganas de vivir para que prefiera ser medio feliz y medio plena a seguir aguantando la sombrilla cuando está de agua hasta el cuello.

Y entonces, puta madre, cúlpame de querer no necesitarte. De querer ser yo,  sin ti, otra vez. Cúlpame, por favor, de levantarme diario y querer abrir los ojos en los días en los que no sabía que lo que había creído que era sentirse completa era un error, en los que no sabía que te estaba buscando.

Estoy tratando de encontrarme, carajo, ¿es pecado? Tú ya decidiste que no vas a estar conmigo y aún así no soportas que vaya en contra de mi sistema e intente ser feliz sin ti.

¿Que mi vida es más tranquila?

Si, Superman, lo es. He respirado sin nudos en la garganta, ha sido menos complicada, pero no plena.

Somos infinito, somos inmortales, somos magia... y somos pinchemente nada. Para que haya eternidad, tiene que haber presente. Y no existe, no lo tenemos. Sigues con esa falta de prisa que me frustra al grado de querer golpearte para que despiertes. Para que te des cuenta de que nos estamos perdiendo de la inmensidad por vivir a cuenta gotas. De que lo que hemos tenido hasta ahora te es suficiente a ti, para calmarte la sed, pero que a mí me marchita. Que hay más, chingada madre, que la vida se nos está yendo y que nos la estamos  perdiendo y que no sabemos cuánto nos queda en el reloj para que el camino llegue a un punto de no retorno.

Vamos a ser para siempre, Superman, pero ¿cuánto más vamos a tener la opción de vivirnos?

Te odio diario por ser tan cobarde. Te odio por no habernos dado la oportunidad de amarnos hasta hartarnos y mandarnos al carajo 8 días después, o tres meses, o un año. Y entonces sí, soltarnos y tener vidas paralelas y querernos siempre. Y ser la historia que contar "cuando seamos grandes". Y decir "nadie como tú, hija de la chingada, pero no me arrepiento".

No te arriesgas, idiota, no te arriesgas. Tú crees que soy una romántica que está esperando que cambies para poder estar contigo y a mí lo único que me falta es que tú quieras. No te cambiaría un puto suspiro, a pesar de las miles de cosas que no soporto de ti. Porque así me llenas y me haces eterna y me haces feliz. No has arriesgado un carajo por mí, lo único que has arriesgado es a mí. Siempre has preferido vivir cómodamente infeliz, sabiendo todo lo que te hago falta. Siempre  has preferido arriesgarte a que sea el último día sin hacer nada al respecto.

Yo no quiero ésta historia de amor, Superman. Me niego a pensar que mi fortuna se acabó en conocerte. En que lo más feliz que voy a llegar a ser es cuanto he sido contigo, con éstos retazos de momentos, con estos cabos sueltos. Me niego a pensar que la vida me puso frente a ti para mostrarme lo que no iba a tener. Me niego a pensar que es a lo más que aspiro... a saber que existes, sin más.

Y sí, Superman, nunca dependió sólo de ti. Si hubiera dependido solo de ti, seguiría contigo. Nada habría cambiado desde que nos conocimos, tendríamos esa relación retorcida de amor desmedido y pertenencia, pero eso no me haría sentir completa y tampoco a ti.

Te extraño, siempre. Que me des explicaciones que no te pido, que digas "llego a la casa en 10" como si amaneciéramos bajo el mismo techo, saber de ti a toda hora, cuidarte y preocuparme por ti y sobre todo, sentir que te pertenecía.

¿Alguna vez te diste cuenta? Que contigo cerraba los ojos y no me importaba saber que era tuya. Sin más. Que a pesar de que odiaba que desconfiaras de mí, el hecho de que fueras posesiva y me lo hicieras notar, me encantaba. Que a pesar de mis berrinches y todas esas cosas que odias y amas de mí, no había nada ni nadie más que tú. Que cerraba los ojos y confiaba, Superman, sin pensármelo dos veces. Sabía que tú estabas siempre y que no ibas a dejar que nada me pasara.

(¿Te acuerdas de qué sentías tú? ¿Qué era?)

Lo extraño y lo sabes... y eso justamente es lo que me parte el alma. Agradécele a lo cómoda que me siento siendo tuya el que yo no esté contigo. No a las miles de estupideces que hicimos antes, Superman, porque eso sólo me sirve para justificar la ausencia de ti que he creado en mi vida. Pídele cuentas a lo que no estás haciendo hoy, a saberme propiedad de nadie, a que no tengamos más futuro que uno a medias.

Eso es el puto abandono.

Que yo tenga que largarme sola a la chingada porque eres cobarde hasta para mandarme.

Goma Rosa

Come on and kill me baby, while you smile like a friend.



De: Superman
Para: Goma Rosa

Perdón por la semana que me tomó responder, me pasaron muchas cosas por la cabeza. Vamos por partes:

Sé que no me llamaste con serenata el día que tembló, pero no supe absolutamente nada de ti cuando me asaltaron. 

Dos semanas después de que me mandaras a la verga,  me asaltaron unos tipos en un camión, me agarraron a putazos. Se llevaron mi celular. Fuera de los golpes y el trauma no paso a más. No publiqué nada en Facebook. No quise que te enteraras porque sé cómo te pones. Pero me dolió que no estuvieras, me dolió en el alma no saber de ti. Ha sido de los momentos en los que más he necesitado tu cara de consternación y que te preocuparas por mí. Que posterior al trauma estuvieras dándole seguimiento a mis “transportajes públicos”.

 De ahí viene el resentimiento cuando me llamaste el día del temblor.

¿EL TEMBLOR QUÉ?

¿Qué procedía si no entraba la llamada, si se caía el DF, qué pasaba si estaba atrapada debajo de una casa?

Absolutamente nada. Moriría creyendo que estás mejor sin mí, que tu pinche vida es mejor sin mí. No me estoy tirando al drama, no va a pasar, pero después de tu llamada me quede pensando. Fue inevitable pensar en la falta que me hiciste en todo éste tiempo.

De ahí el enojo.

A mí no me interesa que tu solita seas un 8, eso lo sé. No tienes que venir a recordarme que no me necesitas, que sola estás completa. Eso lo sé. 

La magia del 4 y 4 para mi es que entre las dos se forma el 8. El infinito, la inmortalidad de dos personas. A la verga, es el simbolismo que le di. Mal o bien, es el que me funciona, porque para mi a pesar de tus desplantes, berrinches, condiciones (todo o nada), hay mucho mas.

Por eso ni me apuro, ni me presiono, ni me angustio. A la chingada. Sé que me completas, sé que me haces bien, sé que cuando estás sonrío, y cuando no, te extraño. Sé que puedo vivir sin ti, solo mi mundo es un mundo feliz cuando estás al alcance de una llamada, de un Whatsapp.

Consciente de que no vas a estar toda la vida esperándome, me arriesgo a preferir una sana amistad y preferirte por sobre todas las cosas. Te es imposible verlo.

I FUCKING GET IT. 

No es porque te quiera menos de lo que tú me quieres a mí. Ésta madre es de dos y si tu lo quieres dejar solo en mis manos esperando que yo cambie, no vamos a llegar a nada, más que el recuerdo de 3 increíbles/tormentosos años. Que las dos elegimos. Que si por las dos hubiese sido, hubieran sido más.

Pero ¿sabes qué? Jamás dependió solo de mí.

¿Te abandoné en el aeropuerto? ¿Me ausente los pocos días que teníamos para estar juntas? Sorry, no me arrepiento. Necesitaba esa calma, esa tranquilidad de la que tú hablas en tu mail. 
Te alejaste del mundo y éste mejoró. 

¿Porqué no lo dije? Porque mientras pasaba no me daba cuenta, pensé que era depresión. Aeropuerto, cut the fucking drama, ya fue. Estaba triste. Punto.

Tienes que dejar de reclamarme las cosas. Ya te pedí perdón "N" cantidad de veces y no lo logras, no me logras perdonar. Entiendo. ¡No queda en mi! Si no logras perdonarme jamás en la vida, entenderé, y por supuesto, aceptaré el que no quieras estar cerca de mí. Porque no sólo te dañarás recordando lo hija de puta que fui, si no a mí también me joderás con la amargura y no se vale, porque de verdad lo siento muchísimo.

Es todo lo que se me viene a la mente por ahora.

Te amo. 

Me da gusto que estés bien, que estés fuerte... 

Superman

I've done this before and I will do it again.


De: Superman
Para: Goma Rosa

Sustituye todos los "te odio" por "te extraño"

Pensé que lo sabrías… 

Me enojo mucho en la mañana saber de ti. Creo que lo que me encabronó es que desde el lunes te quería mandar un correo, pero me interrumpieron y lo pause.

Aja… me enojo que no pudiese ponerme en contacto primero yo contigo que tu conmigo.


Mañana te mando mail más en forma.

Pd. Once upon a time… ES UN MUST QUE LA VEAS, te va a encantar.

4 Goma Rosa

 4 veces 4*

Superman

* Contexto: Cuando estábamos en una relación 
utilizábamos en número 4 para sustituir los “te quieros” 
y de más frases de amor, por una broma personal.
Pueden  encontrarlo en muchos post de Superman.
 Además, mi número favorito es el 8 y 4+4…

De: Goma Rosa
Para: Superman

Pensaste bien.

Y pues el temblor te jugó chueco, ¿qué más da?

Tampoco es como si te hubiera llamado con serenata, ¿no?

Nada cambia.

La serie no creo que me guste, estoy más inclinada hacia
literatura de mierda últimamente. Las historias de amor
baratas y predecibles me facilitan la existencia.

No estoy segura de que hayan 4. El 8 completo soy
yo misma, todos los 4 sumados entre nosotras no han logrado un 8.

Que estés bien.


Goma Rosa

martes, 27 de noviembre de 2012

Come on in now, wipe your feet on my dreams.

De: Goma Rosa
Para: Superman

Puedo y lo hice.

De la misma forma en la que tu me enviaste un e-mail a medias sólo porque tembló. Pero si es molestia, Superman, en el próximo desastre natural te mando una paloma mensajera para evitar.

Valiente de tu parte que me dejes notas de odio en el libro, Yo decidí no dejar nada cuando estaba leyendo/escribiendo y te empecé a odiar. Las páginas no subrayadas merecen que las llenes.

Sé que no saber de mi no te hace bien, pero a mi no saber de nadie me está haciendo mejor. Me aislé de todos, aprovechando el aislarme de ti. No eres la única que no sabe de mi.

En cuanto a los abandonos, cada quien los vive diferente. Abandono no es largarse al carajo, precisamente. Hubo abandono de tu parte, sólo que eso a ti ya se te olvidó. Estar a medias es abandonar. Plantar en el aeropuerto es abandonar. Reemplazar es abandonar. Desaparecer es abandonar.

El frío es nulo, pero el pronto lo sentiré. Espero que me quite ésta sensación pegajosa y modorra de haber estado inerte los últimos meses. Desagradable, pero necesaria.

No he perdido mi vida, no te confundas. Mi vida siempre ha estado conmigo, lo que perdí fue la noción de tiempo/espacio en cuanto a ti respecta, perdí la chispa y las ganas y me sentí decepcionada de mi, de haber dejado de algo con tanta energía como lo éramos tu y yo, se hubiera convertido en la razón de mis ganas de no despertarme a diario.

Tu la estás pasando fatal porque me fui, pero que te quede claro, no es castigo, no es ultimátum. La oportunidad estuvo, sin nada de amenazas y las decisiones de las dos fueron lo que nos llevaron a ésto. Créeme que no es fácil darme cuenta de repente que si te extraño, con el alma, que me haces falta, que tengo la necesidad primigenia de escucharte decir mi nombre... y aun así, darme un golpe con la gran verdad de recibir a cambio de esas ausencias una enorme paz dentro de mi, el respirar sin nudos.

Es horrible, porque yo no puedo imaginar una vida en donde  no estés, pero no puedo permitir que estés así, tampoco. Tratando de convencerme a diario que no estoy cediendo demasiado, que no pretendes hacer lo que haces, que es un precio a pagar, que mi urgencia de correr al lado contrario con todas mis fuerzas es un instinto que tengo que frenar para tenerte cerca. 

Me sonaron todas las alarmas, chingada madre, todo el tiempo. ¿No las oías?

Eso y la imposibilidad tuya de poner límites. El estar y no estar en mi futuro, el jugar a "cuando seamos grandes" que me quitaba el soporte de los pies y me hacía tropezar una y otra vez con lo mismo. Esa relación de prioridades y suma importancia, sin que quepa ni en amor ni en amistad. Esa puta inestabilidad que me impedía poner todo en orden porque si estaba mal contigo, estaba mal con todo.

Pero sobre todo, el despertarme sola en las mañanas. ¿Sabes qué es eso? ¿O ni te lo imaginas? Las ansias de ti, de contarte mi día, de llamarte a la hora que quisiera, de comerte con los ojos sin estar rompiendo las reglas. De que los "te amos" te los pudiera contestar sin sentirme como una puta invertida y esa chingada urgencia mía de que tu quisieras estar conmigo con la misma urgencia.

Reinventarme es mi especialidad, lo sabes, y no es problema en éste momento, cuando de por si todo está cambiando. Éste es mi hogar ahora, pero no pretendo que lo sea por mucho más. Perdí la capacidad de sorprenderme en mi propia ciudad y me sentí encerrada. Deduces muchas cosas. No me quedo mucho más. Sólo lo necesario. Cuando sepa a dónde voy, te aviso.

Querías respuestas, ahí las tienes. Me superaron las ganas de largarme a vivir contigo y "ser grandes", me pudieron más las falsas esperanzas y el chingado amor.

No soy como tú, no puedo convencerme cada mañana que la decisión correcta fue no estar con el amor de mi vida y hacer absolutamente nada al respeto.

Todo o nada.

Que estés bien. También te odio.

P.D. La ironía de no estar aquí ni estar allá, ¿te suena?

Goma Rosa

lunes, 26 de noviembre de 2012

Smoke All My Cigarettes Again

Prólogo

Hace algunos meses, después de sentir que mi vida estaba en desequilibrio por la intermitencia crónica de la relación en plan "somos.amigas.pero.no.tan.amigas.pero.te.amo.pero.cuando.seamos.grandes.pero.hoy.no" con Superman, mi ex, decidí ponerle un ultimátum que sabía no aceptaría, lo que me dejaría el camino fácil al alejarme.

El detonante de lo anterior fue soñar que me escapaba con ella. Después de más de un año de no tener una relación con ella, soñé que me escapaba. Me sentí frustrada, estúpida, puberta pendeja, decepcionada de mi y mil cosas más. 

Verme en "el mismo lugar", sentir que no había continuado con mi vida tanto como yo pensaba, me hizo odiar ese sueño. Pinche sueño mamón. 

Corriendo en montaje paralelo hacia un centro en común, a través de un aeropuerto. Colisionando frente a una ventanilla. Comprando tickets para no sé dónde. 

Entonces vino el ultimátum: ahora o nunca.

Sabía que lo iba a rechazar. Lo hizo. Me sentí desdichada por irme y profundamente en paz por que no me detuviera. Y los días pasaron y los días se volvieron más digeribles, comencé a respirar sin nudos en la garganta, ni presiones, ni frustración, ni impaciencia. Y me encerré en mi misma a desenredar no sólo éste nudo, si no algunos más que me quedaban en la cabeza.

Y entonces tembló. Literalmente.

Estaba con mi madre frente a mi cuando me enteré que había habido un temblor. Por inercia, marqué su número y pronuncié, a lo mucho, veinte palabras. La mirada de mi mamá, esperando a que le diera una explicación en conjunto con la voz de Superman, esperando a que le pidiera explicaciones fueron más de lo que podía soportar. Ella prometió enviarme un correo y, honestamente, no pensé que lo hiciera.

Resultó que si lo hizo. Resultó que le contesté. Y que me gustó lo que contesté. Y que me sentí segura y confiada y resulta que entendí las cosas mientras las escribía. Y después de leerlas mil veces, le pedí permiso para publicarlas. Y ella me dijo que sí, cuando pensé que no lo haría. Aún no sé por qué.

Es una idiota en éstas cartas, lo sabemos las dos y ahora lo sabrán ustedes. Espero que tomen lo bueno y que lo malo lo conviertan en experiencia de segunda mano.

Lo que van a leer a continuación no es una historia de amor. Son palabras horribles, que hablan del amor, pero no del amor bonito. Son palabras que raspan y que hacen llorar.


Goma Rosa




De: Superman
Para: Goma Rosa

Estoy terminando de leer tu blog por quinta vez. 

Opte por dejar de extrañarte y soltarte una pequeña dosis de veneno que tengo SEMANAS guardandote. 
No quiero seguir leyéndote, no quiero ni terminar el libro que me regalaste. Estoy a un capítulo de llegar a lo ya no está subrayado por ti. Te estoy dejando notas, fechas en las que te odio, fechas en las que te odio menos,  fechas en las que solo te extraño. 

Te odio.

Definitivo no saber de ti no me hace bien, pero eso es algo que ya sabemos. El punto de esto es que tu estés bien. 

No hay cosa que más me pegue que el abandono de alguien que quiero. De alguien que me pasa por la cabeza todos los días. De la persona que me conoce más de lo que yo me atrevo a conocerme.

Te odio.

¿Que tal el frio? Aquí no hay día que me despierte y esté soleado. Tú lo debes estar disfrutando más que yo.

Me dejaste sin salida. No escribías nada. Tu último post no me dijo mucho más que tus ganas de volver a sentir cosquillas. Nada deseo más que todo mejore y que recuperes tu vida. Pero para recuperar tu vida, definitivo tienes que plantearte bien qué vida quieres recuperar.

La ventaja de no estar es que al aparecer puedes re inventarte. Más tu, que ya dejaste los libros y tareas atrás. 

Sólo en ti va a estar decidir qué persona va a regresar

Cuando mandas a la chingada a alguien es por que no te va a importar su futuro incierto.

Te odio. 

No estas ahí, pero tampoco estas aquí.

Estoy encabronada contigo. 

NO PUEDES HACERME ESTO. 

Perderte dos meses, mandarme a la verga... y luego aparecer así sólo por que tembló.

Superman

sábado, 24 de noviembre de 2012

"El cumpleaños de mi novia"

La primera vez que te dejé fue porque me hiciste sentir que era tu novia, cuando yo tenía bien claro que era la otra.

Inconcebible, ¿no? Usualmente la reacción sería por estar en una situación inversa. En la que el lugar en el que estás descienda en lugar de ascender. ¡Qué falta de respeto hacer sentir a alguien como la otra!

Sin embargo para mi tuvo todo el sentido. Incluso antes de que lograra aterrizar bien las razones que me habían provocado el querer salir corriendo en sentido contrario, sabía que no era una de las pendejadas que hacía por puro berrinche. Aún así, traté de frenar mi impulsividad y buscarle tantito de sentido.

Era mi cumpleaños.

Había quedado con mis amigos en un bar muy cuco, pero hasta la madre de gente. La mesa que reservé, para 25, se convirtió en una de 15 porque, como siempre, llegué tarde. Estábamos apretados, apretados y era interesante encontrarme con los extremos que habían entre las personas sentadas alrededor de mi. Usualmente mis amistades habían sido bastante homogéneas y éste era el primer año que no lo sentía así.

Mi ánimo no era el mejor. Nada en especial, simplemente la suma de las cosas; entre ellas, la relación en plan complicado "NoAndamosPeroNosAmamosPeroSoyLaOtraYAdemásViveLejos" y el hecho de que algunos amigos muy cercanos a mi, o bien no estaban en la ciudad, o bien se habían ido a vivir bien pinche lejos recientemente. Sin menospreciar a los que si estuvieron, pero pues si me dolía la "perdida". Además de la clásica crisis de "¿estoy igual de jodida que el año pasado, o peor?" que me visitaba como era costumbre y me recordaba que éste año si estaba jodida y era mi decisión.

No había externado qué era lo que me tenía chipi, hasta ese día por la tarde, mientras escogía qué chingados iba a ponerme. Estaba hablando por Skype con ella y después de mucho preguntarme, le aventé las razones como era mi costumbre cuando se trataba de Superman: haciendo un berrinche como si fuera una mocosa que se había tirado encima el vaso de leche.

- Y además, tú tampoco vas a estar.

Trató de animarme, por supuesto, de lavarme la cabeza. Yo seguía enojada por la situación y más enojada, por que me afectara tanto. Me conocía demasiado como para seguir intentando hacerme entender razones cuando yo estaba decidida a no querer entenderlas, así que lo dejó por la paz. Y me hizo ruido y me hizo plática y se me terminó olvidando.

Para las diez de la noche, las ausencias ya me comenzaban a pesar de nuevo. Ver "los lugares vacíos" imaginarios a mi alrededor me estaba causando estragos y no dejaba de filtrarse en mi cabeza, aunque no quisiera, el jodido pensamiento de que aparecería Superman frente a todos mis amigos, con la chamarra de cuero, una docena de rosas (las cuales odio, pero ¿qué es una cursilada sin las rosas?) y miles de besos que darme. Irreal y pendejo, pero quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

En lugar de ella, entró Silvia.

Alta, alta, alta, morena y de ojos verdes. Vestidito y tacones, por supuesto. Yo no la noté hasta que se le fueron los ojos a un amigo sentado frente a mi y puso cara de albañil piropero. Cuando me di la vuelta, nomás atiné a quedarme callada. Tardé segundos/siglos en emitir sonido y ella me veía entre nerviosa y expectante. ¿Se supone que yo tenía que decir algo?

- Hola.
- Hola.

Ella estaba más incómoda que yo y el que estuviera agarrando una caja con un moño y una rosa, me confirmó que no había sido coincidencia que nos encontráramos. Se rió de mi cara, supongo, cuando me fue cayendo el veinte de lo que estaba haciendo ahí. Qué cara de imbécil debí haber puesto.

- Feliz cumpleaños, Superman te manda ésto, es tu regalo.

Sin una pizca de gracia, me dejó caer encima la caja y la rosa. Vi de reojo como toda la mesa me miraba. Sentí las orejas calientes y las manos sudadas. Empecé a balbucear un "gracias" muerta de vergüenza y antes de que terminara de decirlo, Silvia se despidió de mi y se fue. Era consciente de que la sonrisa burlona que llevaba en la cara estaba relacionada directamente con mi cara de imbécil, misma que toda la mesa estaba viendo cuando me giré de nuevo hacia ellos.

Le quise restar importancia. Me puse las cosas en las piernas, tratando a toda costa de ocultar la rosa. ¡Una rosa, chingada madre! A pesar de que al menos la mitad de la mesa no sabía que hacía casi un año tenía algo parecido a una relación, nadie preguntó nada. No era muy fácil explicarle al mundo la naturaleza "NoAndamosPeroNosAmamosPeroSoyLaOtraYAdemásViveLejos" de lo que yo tenía con Superman.

Calladita y sin dar explicaciones, abrí la caja.

Me encontré con un montoncito de Post-its pegados a la tapa y los empecé a leer en voz baja, hasta que terminé con lagrimones escurriéndome por toda la cara.

Había un Post-it por cada amigo que no estaba conmigo, lleno de letritas deseándome feliz cumpleaños y diciéndome cosas bonitas, todos queriendo haber podido estar. Uno por cada uno. Y al final, uno de Superman, que hizo que me tapara la boca como adolescente apenada.

Metí de nuevo todo a la caja, me sequé las lágrimas con una sonrisota atravesándome la cara y le di un trago largo al cocktail coquetón que había frente a mi. Tan cursi como suena, el corazón se me estaba saliendo del pecho. Eso y las preguntas no hechas por quienes miraban curiosos la caja entre mis manos, me estaban matando.

No habían pasado ni veinte minutos, cuando mi nombre apareció en todas las pantallas del bar.

"Feliz Cumpleaños, Goma Rosa. Te amo"

Sus iniciales al final del mensaje fueron lo único discreto y sutil. Si antes había tratado de restarle importancia, con ésto, se me hacía imposible. La mesa completa leía el mensaje en las pantallas y me miraba sonriente. Grititos de emoción de mis amigas romanticonas, sonrisas burlonas, pendejadas...

Nunca me pongo roja, fisiológicamente me es imposible. Pero hubiera jurado que tenía la cara que me iba a explotar. Tuve que agarrar una servilleta para secarme las manos y sentía que estaba soltando vapor. No podía ocultar la sonrisa gigante en mi cara y al mismo tiempo, no podía sonreír tranquila. ¿Por qué sentía como si se me estuviera olvidando algo?

Se me metió dentro la urgencia de colgarme del cuello de alguien y entonces sentí aparecer claramente la idea fija de que, si me quedaba duda de que los Post-its y la rosa no tenían intención más que hacerme sonreír, la exposición de mi nombre en las pantallas era un mensaje enviado no a mi, si no a todos quienes estaban sentados conmigo.

"Mía"

Eso era lo único que pude leer en las pantallas hasta que la imagen cambió. Y me gustaba leer "mía", pero al mismo tiempo la sensación de que algo se me estuviera olvidando me estaba volviendo pinche loca. Ni quería ni podía ponerme a reflexionar qué era lo que me molestaba frente a todos mis amigos. Malos presentimientos. Lo dejé pasar, por mi bien.

Salí del bar y caminé hasta que el ruido me dejó escuchar.

Y le marqué.

Me contestó diciendo mi nombre y mi apellido. Hasta la fecha, es la única persona que puede decirme mi nombre y mi apellido sin que sienta que me están pasando lista. Me preguntó cómo iba mi cumpleaños y le conté lo que ella ya sabía como si no lo supiera, con voz de Mimmie Mouse. Cuando paré de hablar, lo único que escuché entre sus palabras, fue ese tonito de suficiencia, de novia orgullosa. En mi cabeza me veía claramente parándome de puntitas para ver la sonrisota que sabía que tenía, más de cerca.

- Avísame llegando a la casa, te voy a estar esperando.

Siempre lo decía como si al llegar a mi casa, ella fuera estar ahí. Siempre me mandaba mensajes en plan "¿Sigues despierta? Ya voy para la casa" y siempre se me apretaba el estómago pensando en las mil posibilidades de que eso en verdad sucediera un día, aunque no fuera esa noche.

Al llegar a mi casa, seguía despierta. Hizo que le contara todo de nuevo frente a la cámara y la sonrisa que me imaginé que tenía al teléfono, la tenía multiplicada por mil frente a mi. Como novia orgullosa, no se me ocurre otra comparación. Me explicó cómo había logrado en horas poder localizar a mis amigos y cómo había conseguido poner mi nombre en las pantallas. El tonito de suficiencia volvió a aparecer.

Cuando no quedaron más que bostezos, nos despedimos.

Y sólo entonces, me permití obligarme a recordar lo que sentía que se me estaba olvidando. Lo que me molestaba, lo que me angustiaba. ¿Qué carajos era? ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?

Que yo no era su novia. Y no sólo que no lo era, si no que tampoco iba a serlo.

Que siempre había guardado respeto por los límites, que si bien era consciente de que yo era de ella, completamente, sólo lo sabíamos ella y yo. Que no tenía planes de estar conmigo, chingada madre, que ni siquiera todo el circo de "mi novia cumple años" que había presenciado horas atrás me había hecho dudar de la imposibilidad de tener otro tipo de relación. Que la que siempre me avisaba en dónde estaba era ella. Que ella me daba explicaciones no pedidas y lugares no merecidos, pero que seguía sin significar que las cosas fueran a cambiar. Que yo siempre había mantenido la boca cerrada, porque me daba vergüenza decir que era la otra. Que había preferido no dar detalles de mi estado civil a nadie para no crearme expectativas y que ahora venía ella a anunciarle a todo el mundo que yo tenía dueña.

Y me sentí como la amante en turno, a la que le compran cosas para mantenerla contenta. A pesar de que en ese momento Superman no tenía novia, sabía que lo que había hecho no significaba que yo fuera a serlo. Y sentí que me estaba engañando, entonces. Y eso me hizo sentir peor.

"No está con nadie, no quiere estar conmigo... pero le dejó claro al mundo que NADIE puede estar conmigo"

Me sentí casa chica, me sentí promesa de divorcio, me sentí putona y todos los demás clichés que había aceptado sin chistar durante todo el tiempo en el que ella, de hecho, tenía una relación y yo si era la otra.

No había nada que la detuviera. Ahí estaba yo, loca por ella, con mi rosa y mis promesas de amor. Con su sonrisa torcida de suficiencia. Con todos mis amigos enterados de que estaba completamente enamorada de alguien. Y ahí estaba ella, gritándole al mundo que me amaba, sin una sola razón para no estar conmigo, pero seguía sin estarlo.

Entonces, sólo entonces, después de un año de mierda hasta el cuello y mil razones para haberte mandado al carajo antes, supe que estaba lista para irme. Y empecé a empacar mi amor en maletas, sin que te dieras cuenta.

Cuando veinte días después tu jurabas que mi partida era un berrinche infundamentado y te vi llorar desconsoladamente, odiándome por irme y odiándome más por no estar llorando como tu, yo ya te llevaba los mismos veinte días de ventaja.

Ya había dicho en voz bajita miles de veces las palabras que te iba a decir para desarmarte, para que no tuvieras argumentos coherentes, para acostumbrarme a ellas, para que no se me escurriera una sola lágrima a pesar de que las tuyas fueran así, como me imaginé que iban a ser.

Así fueron las cosas, perdón por no contártelo nunca y perdón por contártelo así, pero ésto no lo escribí para ti, si no para mi.